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GRANDES ECONOMISTAS DEL SIGLO XX: JOHN M. KEYNES. Entrevista al Prof. Rolando Astarita.

 

Por Cataláctica.  


 

El Comité Editor  se complace en presentar la primera entrega de una  serie de entrevistas sobre los principales economistas del siglo XX, las cuales han sido realizadas a destacados especialistas. El objetivo de esta iniciativa es compartir con los lectores una primera aproximación, de caracter introductorio y orientador, a las obras e ideas de estos grandes pensadores, obras e ideas, que todo aspirante a futuro economista no debe desconocer.  

Se ha decidido comenzar esta serie con quien innegablemente ha sido el economista más influyente del siglo XX: John M. Keynes. En esta oportunidad, es un orgullo poder contar con el conocimiento y la interpretación del distinguido profesor Rolando Astarita (link a página personal), reconocido especialista en la vida y obra de Keynes. El profesor, actualmente es docente en la Universidad Nacional de Quilmes (Carrera de Comercio Internacional), en la Facultad de Ciencias Sociales (Carrera de Sociología), y en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (Carrera de Economía) donde dicta “Desarrollo Económico”. Además ha sido autor de numerosos trabajos y libros, entre los que se destacan Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos. Apuntes de economía política, Monopolio, imperialismo e intercambio  desigual, El capitalismo roto, y Valor mercado mundial y globalización. 

A continuación, la entrevista. 

  

  

Cataláctica: ¿Quién fue John M. Keynes? 

Rolando Astarita: Se puede decir, casi con seguridad, que Keynes ha sido el economista más influyente del siglo XX. Su influencia fue tan grande que términos como “Estado keynesiano”, “políticas keynesianas”, “enfoque keynesiano”, etc., están casi incorporadas al lenguaje cotidiano. Aunque, paradójicamente, no son muchos los economistas que han estudiado su obra. Lo cual es para lamentar, porque lo que en los manuales de Macroeconomía habituales se presenta como “teoría keynesiana”, tiene poco que ver con lo que planteó Keynes en la Teoría general. Volviendo a la pregunta, podríamos decir que en términos globales Keynes propuso una reforma social y económica cuyo objetivo era salvar al capitalismo de su destrucción. Keynes temía que la desocupación y la desigualdad en la distribución del ingreso condujeran a un aumento de los conflictos sociales, y en última instancia, al triunfo de la revolución socialista. Pensaba que con reformas el sistema podría ser salvado de esos males. También estaba convencido de que estaba asistiendo a la transición hacia una sociedad en la que la humanidad ya no tendría necesidades económicas, y hacia una especie de socialización de las empresas.  

  

C: ¿Cuáles fueron las principales influencias intelectuales que han marcado su obra? 

RA: Keynes tuvo mucha influencia de su padre, John Neville Keynes, quien era profesor de lógica y economía en la Universidad de Cambridge. Se educó en el exclusivo colegio de Eton, y luego estudió en Cambridge, donde fue alumno de Marshall, graduándose en 1906. Por lo tanto creció en un ambiente que podríamos calificar como propio de la burguesía ilustrada inglesa. De joven Keynes integró un grupo de intelectuales prestigiosos, el llamado grupo de Bloomsbury, que se interesaba por la filosofía, el arte, las ciencias sociales. Señalo estas circunstancias porque permiten entender algunas de las posturas que adoptó Keynes a lo largo de su vida. Por ejemplo, con plena conciencia tomaba partido por la burguesía, y  al respecto escribió -Ensayos en persuasión- que “la guerra de clases me encontrará del lado de la bourgeoisie educada”. También explica que Keynes siempre haya abordado a la economía con un sentido social, no como si fuera una ciencia dura, a la manera que quieren hacer hoy los economistas de la corriente principal. Seguramente influenciado por Marshall, Keynes sostenía que la complejidad de los fenómenos sociales hacía que fuera difícil formalizar la economía, y que era necesario subordinar los fines abstractos a la necesidad de obtener mejoras prácticas. Por otra parte, es importante destacar que el primer interés de Keynes fue filosófico, lo que se refleja en su primer libro, que estuvo dedicado a las probabilidades. En esa época Keynes estaba bajo la influencia del intuicionismo y el realismo neoplatónico, que defendía G. E. Moore, un filósofo de mucha influencia en Gran Bretaña. Sintéticamente, podemos decir que Keynes (siguiendo a Moore) entendía por intuición la facultad cognitiva, no sensitiva, para tener un conocimiento directo. Por otra parte, sostenía que las relaciones de probabilidad eran relaciones lógicas objetivas (en el sentido de entidades platónicas), que se podían captar con la intuición. Y afirmaba que podía haber incertidumbre bien porque nuestra facultad intuitiva fuera débil, o también porque objetivamente no existiera la relación de probabilidad.  

Estas cuestiones plantean entonces el problema que se llama de la continuidad. Esto es, hasta qué punto en su obra posterior Keynes mantuvo estas ideas, o las modificó. Debemos tener en cuenta que luego de escribir el tratado sobre probabilidades, los intereses de Keynes viraron hacia la economía. Se discute entonces hasta qué punto al escribir la Teoría General, Keynes, había modificado sus puntos de vista filosóficos. Por ejemplo, si los individuos se forman sus ideas sobre lo que es probable mediante intuición directa, ¿qué rol cumplen las convenciones y las interacciones subjetivas, que en la Teoría General parecen estar muy presentes? Y así habría otros problemas. Este aspecto de la problemática keynesiana no lo incluí en mi libro sobre Keynes y los keynesianos [*], porque quise escribir un texto para que los estudiantes de economía tuvieran un acceso relativamente sencillo a las principales ideas económicas de la Teoría General. Pero el debate acerca de la continuidad o discontinuidad de las primeras ideas filosóficas de Keynes en su obra madura constituye un campo sobre el que vale la pena interesarse. De hecho, es posible que en una próxima reedición de mi libro, escriba algo sobre esta cuestión.  

  

C: ¿En qué campos de investigación se destacó Keynes? ¿Cuáles fueron sus principales aportes a la ciencia económica? 

RA: Naturalmente, el principal campo en que se destacó Keynes fue la economía; aunque los entendidos sostienen que su aporte en el tema de las probabilidades es importante (no me siento capacitado en absoluto para dar opinión sobre esto). En economía Keynes realizó algunos aportes importantes, por ejemplo, al introducir la problemática de las expectativas. Sin embargo, más que el descubrimiento de nuevos terrenos, lo que fue decisivo y actuó como un verdadero revulsivo, es que con él la crítica surge desde el seno del más alto establishment académico. Recordemos que para la época de la publicación de la Teoría General, Kalecki ya había escrito lo esencial sobre el rol de la demanda, y de manera más clara que Keynes. Sin embargo, la gloria se la llevó Keynes. ¿Por qué? Pues porque Kalecki era polaco, escribió en polaco, y era marginal. Por otra parte, el principal ataque de Keynes a la teoría establecida, su crítica a la ley de Say, y su insistencia en el carácter monetario de la economía capitalista, ya habían sido planteados por otros autores. Pero estos estaban ya establecidos en la heterodoxia crítica, y no eran tenidos en cuenta (podemos pensar en el caso de Marx) en el mundo académico. Insisto, Keynes ataca a la teoría establecida desde adentro.  

  

C: Con respecto a estos aportes ¿Cree que tengan vigencia actualmente, o considera que deben ser reelaborados? 

RA: Muchas de las críticas de Keynes a la teoría neoclásica conservan plena vigencia. Pensemos un momento solo en la siguiente cuestión: los fundamentos últimos de la teoría neoclásica están contenidos en los modelos del equilibrio general (Debreu, Arrow, etc.). Todos estos modelos se inspiran en Walras. Ninguno de ellos puede encajar el tiempo o el dinero. ¿Se puede concebir una economía capitalista en la que el tiempo y el dinero no juegan rol alguno? Pues bien, éste es uno de los principales ataques de Keynes a la teoría establecida. Pero a los estudiantes prácticamente no se les dice palabra sobre el asunto. Más aún, se ocultan las cosas. Por ejemplo, se les dice que con el IS-LM tienen una síntesis de la teoría de Keynes. Y el propio Hicks, el creador del modelo, ha reconocido (lo cito en mi libro) que el IS-LM no representa el pensamiento de Keynes, ya que eliminó el tiempo y la incertidumbre. Hicks lo explica; dice que quiso meter a Keynes en un marco walrasiano. Y sabemos bien que la Teoría General no puede encajar en Walras. De la misma manera, casi todos los estudiantes son instruidos en la idea de que Keynes explicó la desocupación por la resistencia de los salarios a bajar. Pero en la Teoría General, Keynes dice que la resistencia de los salarios a bajar no es la principal causa de la desocupación, y ataca todo el planteo neoclásico del mercado laboral, al sostener que la curva de oferta de trabajo no es aplicable en la realidad. De nuevo, esto jamás se dice en los cursos y manuales usuales de macro.  

Dicho esto, de todas maneras también hay que decir que la crítica de Keynes nunca fue a fondo. En la Teoría General termina tendiendo un puente para la reconciliación con la teoría establecida. En cierto punto es contradictorio, porque por un lado afirma que a fin de que el sistema capitalista funcione bien, deberían socializarse las inversiones; pero por otra parte dice que, salvo esto, mucho de lo que afirma la teoría neoclásica tiene aplicación.  Sin embargo es evidente que un sistema capitalista con la inversión socializada de alguna manera deja de ser capitalista. En un plano más profundo, Keynes nunca abandonó la teoría marginalista (a pesar de que no adhería a la idea de la productividad marginal del capital). En este punto preciso que es un error sostener que Keynes ha sido un continuador de  la teoría del valor trabajo de Ricardo. Esta idea se ha popularizado en algunos ámbitos de la Facultad de Económicas de la UBA, pero es equivocada; lo he discutido en una nota en mi blog. 

  

C: ¿Qué obras del autor considera que son indispensables de estudiar? 

RA: Pienso que todo economista debería leer la Teoría General.  

  

C: ¿Qué trabajos recomienda a los estudiantes para introducirse en el pensamiento de este economista? 

RA: En mi lectura de Keynes ha influenciado mucho Macroeconomics after Keynes, de Victoria Chick (creo que hay una traducción al castellano). También artículos y libros de Paul Davidson y Arestis. Recomiendo, además, leer el largo artículo (dividido en dos secciones) de Garegnani “Notes on consumption, investment and effective demand” aparecidos en los Cambridge Journal of Economics de fin de 1978 y de principios de 1979. Y también el artículo de Hicks “IS-LM: An explanation”, del Journal of Post Keynesian Economics, de 1980-1, pp. 139-154.  


 


 


 

Luego de esta clara y profunda exposición, característica destacada del profesor Astarita, no hay dudas de que el camino para abordar  la obra de Keynes ha quedado más que allanado. Aunque el decoro y la humildad del profesor lo lleve a no recomendar su propia obra como una buena introducción al estudio del pensamiento de Keynes, el Comité Editor considera que Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos. Apuntes de economía política, es un libro más que recomendable para comenzar esta ardua tarea, y que no debe faltar en ninguna biblioteca. Por último, se agradece al profesor Rolando Astarita por compartir su valioso tiempo y conocimiento.  

  

Nota de los editores: 

[*] Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos. Apuntes de economía política. Universidad Nacional de Quilmes. Bernal. 2009. 


 

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Fecha de publicación: 18/04/2011. 

 

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