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EL COMERCIO COMO MEDIO DE CONSOLIDACIÓN DE LA REVOLUCIÓN ÁRABE.

Jean-Pierre Chauffour

Por Jean-Pierre Chauffour.

La agitación política se ha extendido en todo el mundo árabe. Esta columna sostiene que el movimiento hacia sociedades más abiertas y representativas podría crear las condiciones para un gran impulso hacia una mayor integración comercial en la región – y el resto del mundo. Un buen punto para comenzar sería completar el Pan-Arab Free Trade Agreement (Tratado de Libre Comercio Pan-Árabe).


El 19 de enero de 2011, la segunda Cumbre Económico-Social Árabe,  que se celebró en Sharm El-Sheikh, Egipto. Se llevó a cabo en el contexto de un mundo árabe en caos que sigue perdiendo terreno en la economía mundial globalizada. La Cumbre no hizo grandes avances hacia la integración comercial, pero la novedad fue que se produjo en un momento en que las protestas populares generalizadas en muchos países árabes comenzaron a aparecer, las cuales se centran en la falta de libertades civiles y políticas, la falta de oportunidades económicas, incluyendo de desempleo – y la corrupción. Las protestas se convirtieron en disturbios políticos.

Aunque los países en el Oriente Medio y Norte de África (MENA)  han hecho progresos en los últimos años en la explotación de ventajas comparativas, la participación de la región MENA en las exportaciones mundiales totales de mercancías no petroleras se ha mantenido en el 1% durante más de 30 años, y a pesar de duplicar sus exportaciones de servicios, la cuota de MENA en el comercio total de servicios también se ha estancado en torno al 2,8% durante 1990-2006 (Banco Mundial 2010). Estos resultados revelan serios problemas de competitividad y sugieren que la región ha perdido oportunidades de integrarse en la economía mundial, aumentar el crecimiento, y crear nuevos empleos productivos (Foro Económico Mundial 2005).

Sin embargo, con la aparición de formidables competidores mundiales, como China, India y Brasil, un mundo árabe más abierto puede tener una oportunidad histórica de aprovechar nuevos polos de crecimiento a través de una mayor integración regional y mundial. Una nueva economía mundial, en rápida evolución multipolar está surgiendo, en el que algunos países en desarrollo se están convirtiendo en potencias económicas y otros se están moviendo para convertirse en polos de crecimiento adicional (Zoellick, 2010). La productividad de los MENA es comparable a la de muchos países de ingresos medios de América Latina y supera a la de África subsahariana. Sin embargo, una comparación con países de Asia Oriental de alto crecimiento y otros países emergentes muestra grandes gaps en el total de los factores y la productividad laboral.


EL COMERCIO COMO MEDIO PARA CONSOLIDAR LA REVOLUCIÓN ÁRABE.

Las circunstancias históricas de hoy representan una oportunidad para el mundo árabe para realizar un gran impulso hacia una mayor integración regional y mundial. Hasta ahora, la región ha sufrido de aplicación discrecional y arbitraria de las políticas, y por la falta de credibilidad del gobierno para cambiar un status quo muy arraigada de los privilegios y el trato desigual de los inversores (Banco Mundial 2009). Si bien la actual crisis política en la región árabe podría terminar de consolidar los privilegios o la creación de otras nuevas, también podría crear las condiciones para las economías más abiertas, no discriminatorias y basadas en reglas. En este escenario, el mundo árabe puede empezar a cosechar los beneficios de la integración mundial y regional.

En cuanto a lo referente a la integración regional se refiere, completar el Pan-Arab Free Trade Area (PAFTA) Área de Libre Comercio Pan-Árabe sería un buen punto para comenzar. Esto, en esencia sería la siguiente:

1.Completar la libre circulación de mercancías dentro de PAFTA, en particular mediante la eliminación de  medidas no arancelarias innecesarias;

2. La aplicación de la iniciativa regional para liberalizar el comercio de servicios, incluyendo la identificación de una serie de sectores de servicios para una pronta liberalización regional (por ejemplo, la facilitación del comercio y el transporte, la banca y las finanzas, y comunicación e información), y

3. El fortalecimiento de las normas y la disciplina aplicable a los intercambios regionales y otras políticas de interés común (Chauffour 2011).


LIBRE MOVIMIENTO DE BIENES.

La finalización de la libre circulación de mercancías dentro de PAFTA, en particular mediante la eliminación de  medidas no arancelarias innecesarias (MNA), e integrar mejor a la región en las cadenas mundiales de suministro y redes de producción crearía las condiciones para el surgimiento de la “fábrica árabe“. Un esfuerzo concertado para agilizar todas las medidas no arancelarias innecesarias en los países PAFTA eliminará uno de los principales obstáculos restantes al comercio intra-regional de bienes.

Esto implicaría la revisión del fondo de las medidas no arancelarias existentes, la racionalización utilizando metodologías experimentadas en otros acuerdos regionales alrededor del mundo, incluyendo un enfoque de la guillotina cuando el mismo sea apropiado, y el establecimiento de evaluaciones de impacto de la reglamentación para mejorar el proceso a través del cual  nuevas medidas no arancelarias son creadas.

Para facilitar la integración de la región en las cadenas mundiales de suministro y redes de producción, los países de la región de manera unilateral podrían reducir sus tarifas de nación más favorecida (NMF), en especial los picos arancelarios, al nivel de las regiones más competitivas del mundo (por ejemplo, el Este Asia). La liberalización unilateral, ha demostrado ser una estrategia exitosa en una serie de economías emergentes que son polos de crecimiento sostenible (Figura 1).


Figura 1. Índice de restricción general de comercio  (OTRI) por región, 2008

Fuente: Estimaciones del World Bank y UNCTAD .


LIBERALIZACIÓN DEL COMERCIO DE SERVICIO.

La liberalización del comercio de servicios dentro del PAFTA y más allá del mismo debe ser el próximo paso para impulsar la integración regional, debido en particular a los efectos derrame positivos  de un comercio de servicios más abierto sobre el comercio de mercancías (Figura 2). El mundo árabe debería embarcarse en un plan concreto para liberar el comercio de servicios entre los países árabes y otros países. Este plan consiste en desarrollar una estrategia regional para el comercio en la integración de los servicios, el establecimiento de foros (o “plataformas de servicios de conocimiento”, “services knowledge platforms”) para hacer frente a las gaps de conocimiento y facilitar la  política económica de la reforma, la conducción  de la reglamentación de  Auditorías de Servicios Regionales (Regulatory Services Audits), y la negociación de un acuerdo pan-árabe de servicios (Hoekman y Mattoo 2011).

Para allanar el camino para la liberalización de los servicios, una serie de servicios de los sectores piloto podrían ser identificados previamente para una temprana liberalización. Los sectores claves candidatos para la liberalización temprana incluirían:

1. la facilitación del comercio y el transporte, dada la importancia de facilitar el comercio de los principales corredores y mejorar la facilitación del comercio y los servicios logísticos dentro de la región árabe, incluidas las aduanas y los organismos de frontera;
2. banca y finanzas, para promover de inmediato la competencia del sector bancario, promover un mayor acceso al crédito y la inversión intra-árabes, y facilitar el movimiento de capitales entre los países árabes, y
3. información y la comunicación, a fin de mejorar las posibilidades competitivas de las empresas de tecnología, desarrollo de marcos legislativos relacionados con este sector, y alentar al sector privado para atraer inversiones.


Figura 2. Índice de restricción de Comercio de Servicios, por región, 2007/08

Fuente: Borchert et al. (2010)


VINCULACIÓN ENTRE REGLAS Y DISCIPLINA.

Una zona de libre comercio pan-árabe significativo y creíble exige que el comercio regional y otras políticas de interés común ser objeto de claras, no discriminatorias y transparentes, normas de cumplimiento obligado y  disciplina. Una reforma institucional importante para fortalecer las normas y la disciplina aplicable a PAFTA y otras instituciones regionales daría mayor credibilidad a los planes de integración regional. Esto implicaría el fortalecimiento o acordar un nuevo conjunto de principios básicos para la gestión de PAFTA, incluidas las prohibiciones de las medidas no arancelarias, a menos que cumplan una serie de principios básicos, tales como la no discriminación y la necesidad, efectiva las disposiciones sobre trato nacional en el comercio de servicios, y eficaz marco que asegure la libre circulación de trabajadores dentro de la región.

Un enfoque consistiría en fortalecer el mandato de la Secretaría General de la Liga de Estados Árabes (General Secretariat of the League of Arab States) para supervisar la aplicación de los compromisos de liberalización de los miembros, incluido el desmantelamiento de las medidas no arancelarias y la liberalización de los servicios. Independientemente del enfoque, el seguimiento periódico de los compromisos de aplicación es importante para los responsables políticos para poder evaluar los efectos del acuerdo. Esto también implicaría la creación de un mecanismo de solución de controversias permanente e independiente para supervisar la aplicación, incluidas las medidas para garantizar su cumplimiento.

Una mayor integración de los países árabes entre ellos y la apertura de la región con el resto del mundo son dos vías complementarias para cerrar gradualmente la brecha de productividad de la región. En la mejora de acceso a los mercados para los exportadores, la promoción de reformas normativas dentro de las fronteras, facilitar la cooperación en materia de bienes públicos regionales (por ejemplo, infraestructura), y crear las condiciones para el surgimiento de una “fábrica de árabes” (“Arab factory”) a través de cadenas de suministro regionales y las redes de producciones regionales los acuerdos comerciales son una herramienta poderosa para los cambios de transformación (Chauffour Maur y 2010). La mayor integración regional podría ayudar a abordar algunos de los retos económicos clave que enfrenta la región, tales como la diversificación económica y creación de empleos para una fuerza laboral en expansión.

Sin duda, en ninguna parte del mundo  la integración regional es un proceso indoloro y fácil. Y el mundo árabe no es la excepción. En todas partes requiere de liderazgo, resolución y paciencia, incluso con retrocesos temporales. Por encima de todo, cada proceso de integración regional es única en su contexto histórico y político (Akhtar, 2009).


CONCLUSIONES.

La falta de integración comercial del mundo árabe es tanto una causa como una consecuencia de las dificultades económicas de la región. La bajo la integración del comercio podría ser el resultado de la pobre  complementariedad en la producción y otros factores exógenos. De hecho, varios países árabes tienen una similar dotación de recursos,  capacidades de producción y estructura de las exportaciones. Ellos podrían encontrar dificultades para utilizar la integración regional como un medio para establecer los patrones de especialización y diversificación. La falta de comercio intra-regional es también una político dirigida. Como se ha analizado recientemente, el gobierno del sector público y la participación, la rendición de cuentas y la transparencia,  las rentas y los privilegios siguen siendo los obstáculos principales al desarrollo del sector privado en la región (Banco Mundial 2009).

Las mismas causas también impiden la capacidad de la región para la exportación. Sin mejora de las leyes, la participación y el gobierno, el comercio transfronterizo es difícil y el comercio no puede florecer de manera sostenible. A su vez, la falta de integración y la exposición a las nuevas tecnologías, la innovación y las ideas dificultan un progreso más rápido en la región y ayudar a explicar muchas carencias económicas y sociales: la utilización de escasos recursos, capital humano insuficiente, la desigualdad de género, el alto desempleo, los gobiernos de gran tamaño, clima de inversión desfavorable, la inversión extranjera limitada, y, finalmente, mediocre desempeño del sector privado


REFERENCIAS.

Akhtar, S (2009), “Economic Integration in the Arab World”, MNA Knowledge and Learning, Fast Brief Number 36, October.

Borchert, I, B Gootiiz, and A Mattoo (2010), “Restrictions on Services Trade and FDI in Developing Countries”, World Bank, mimeo.

Chauffour J-P (2011), Trade Integration as a Way Forward for the Arab World: A Regional Agenda, World Bank Policy Research Working Paper 5581.

Chauffour J-P, and J-C Maur (2010), “Beyond Market Access: The New Normal of Preferential Trade Agreements”, World Bank Policy Research Working Paper 5454.

Hoekman, B and A Mattoo (2011), “Services Trade Liberalization and Regulatory Reform: Re-Invigorating International Cooperation”, World Bank Policy Research Working Paper 5517.

World Economic Forum (2005), Arab World Competitiveness Report 2005

World Bank (2009), From Privilege to Competition: Unlocking Private-Led Growth, MENA development Report.

World Bank (2010), MENA Regional Economic Update: Recovering from the Crisis.

Zoellick, R (2010), “The End of the Third World? Modernizing Multilateralism for a Multipolar World”, Speech at the Woodrow Wilson Centre for International Scholars, 14 April.


NOTA DE EDICIÓN.

Título original: Trade as a means to consolidate the Arab revolutions”. Fue publicado www.VoxEu.com en el mes de marzo de 2011. El autor es Economista Banco Mundial. La traducción para www.CATALACTICA.com.ar estuvo a cargo de la Lic. Verónica Mussio, contando con la correspondiente autorización de las autoridades del Centre for Economic Policy Research. Las ideas y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente coinciden con las de la traductora o con las del Comité Editor de www.CATALACTICA.com.ar.



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Fecha de publicación: 28/03/2011.

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